miércoles, 20 de febrero de 2008

El rey poeta


El poeta

Hora, de mí te alejas.
El batir de tus alas me hace heridas.
Solo ¿qué puedo hacer yo con mi boca?
¿Y con mi noche? ¿Y con mi día?


No tengo amada, ni tengo casa,
ni ningún sitio en que vivir.
Todas las cosas, a las que me entrego,
se enriquecen y me disipan.




Palabras de Rilke en referencia a una pregunta que me surgió tras una laaaaaaaarga tarde de estudios derrideanos, o debería decir críticas y delirios (hermenéuticos, por cierto) derrideanos a uno de los más grandes pensadores del siglo pasado, estandarte del pensamiento freudeano, Jacques Lacan. (Aclaración: francamente no tengo un manejo eximio ni de la teoría lacaniana -espero prontamente tener un acercamiento a ella- ni tampoco de las críticas sin discriminación que hace Derrida)
Volviendo a nuestro tema de hoy. Planeaba exteriorizar la ira que me produjo el tener que lidiar con Derrida durante la tarde, pero finalmente llegué a la conclusión de que terminaría convirtiéndome en un Osborne cualquiera (o peor, en un Jimmy cualquiera). Aun así, no puedo quedarme con esta carga de energía negativa en mi interior, sería contraproducente para mi persona. Por ende, he decidido canalizar mi enojo por vía de la escritura, más específicamente, por vía de la poesía. Pero esto me llevó a una encrucijada. ¿Debo cargar a elevado arte con nimiedades? ¿Estoy subestimando, acaso, el propósito del arte, de la poesía? ¿Para qué estamos los poetas en este mundo? ¿Qué nos transmite la poesía?
Si tomara a Tinianov, por ejemplo, e intentara llegar a la resolución de mis interrogantes mediante su teoría, debería analizar las palabras que se encuentran en posición evidenciada dentro de este texto; buscar y desmenuzar todas las metáforas, metonimias, sinécdoques, etc, etc; prestar especial atención al ritmo del texto; sentir la energía que trasmite el blanco... pero ( y solicito su opinión al respecto)








































































































































































































¿Esto, acaso, les trasmite algo? ¿Llegan, acaso, a alguna conclusión acerca del énfasis (gráfico) puesto en la palabra larga (laaaaaaaarga) al principio del posteo? ¿Les transmite algo, acaso, visualizar la cantidad de veces que se repite la palabra acaso dentro del texto?


Espero sus comentarios. Por mi parte, empecé el posteo con un poema de Rilke, quien se adelantó a mi cuestionamiento. Y ahora, habiendo sublimado la ira contenida, me dispongo a partir, exhortándolos a leer (poesía- ¿es esto, acaso, un mensaje subliminal?), a escribir (poesía), a criticar (a Derrida), a reflexionar (acerca de ).
Helios.

5 comentarios:

Helios dijo...

No se dan una idea de lo que me costó configurar el posteo de hoy como para que quede más o menos decente (el formato no es exactamente el que yo quería, pero tras lidiar 100000000000000 de veces con la configuración, desistí en mi intento de "perfeccionar" este posteo).
Espero que aun así les guste y sea de provecho.
Helios.

Lu dijo...

TORRES

Palas Atenea dijo...

aaaaaaaaaaaaaa, por dios! siento la energía del blanco!!!!

pd: no lei el posteo porque tengo sueño pero la energía... que la sentí, carajo... y cómo!

Gaby_esencializada dijo...

obvié el posteo anterior porque me estaba dedicado por las razones incorrectas y porque sí.
pero como te estás metiendo con mi amiguito Derridá no puedo no figurar en este. Puede ser que sus críticas sean inconsistentes, puede ser que Lacan sea un groso y todo eso, pero admitamoslo: la manera de pegar palos a todos de derridá y de boludearlos es magistralmente divertida. Por eso me cae bien. la gente irónica me cae bien. y vos me caés bien (sos un sol)
Y aplaudo los palos a Tinianov!
odio la posición evidenciada, la energía del blanco y todo eso. lo odio
eso.

Lu dijo...

TORRES