martes, 29 de abril de 2008

Pájaros de barro


Puede que ande un poco perdido. Puede que el encontrar(me) sea la excepción, la eventualidad, lo efímero, y que realmente el estar perdido sea el curso natural de la vida. La angustia se hace presente en aquellos momentos (casi todos) en los que la cordura, cual ancla, impide el vuelo. Acostumbrarse a un estado cotidiano de locura es el paso más difícil, y eso lo hace ser más necesario todavía. Entonces el lenguaje se nos muestra como la herramienta más útil y necesaria, para expresar, para comunicar, incluso para callar frente al mundo y así también perdernos en nuestro ya conocido estado laberíntico.

Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy cierro yo el libro
de las horas muertas.
Hago pájaros de barro.
Hago pájaros de barro y los echo a volar.
Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy rechazo la bajeza
del abandono y la pena.
Ni una página en blanco más.
Siento el asombro de un transeúnte solitario.
En los mapas me pierdo.
Por sus hojas navego.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
Ya no subo la cuesta
que me lleva a tu casa.
Ya no duerme mi perro junto a tu candela.
En los vértices del tiempo anidan los sentimientos.
Hoy son pájaros de barro que quieren volar.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.
Ahora sopla el viento.
Cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
Cuando no tengo barca, remos ni guitarra.
Cuando ya no canta el ruiseñor de la mañana.
Ahora sopla el viento.
Cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.

Hoy por hoy, tópicos como el YO (y por asociación "el otro"), la existencia (o la falta de ella), etc., están siendo arduamente debatidos; personalmente he decidido apartarme de ellos (por lo menos momentaneamente). Es por eso que en esta ocasión echo a volar mis "Pájaros de Barro"* y me dejo estar a la deriva de la locura, hallándome perdido.
Helios.

*"Pájaros de Barro", título de la canción de Manolo García arriba citada.

lunes, 21 de abril de 2008

Quiromancia

¿Qué me dice tu mano cuando la miro? Una caricia, un golpe, un símbolo de amistad, un gesto de comprensión, una ayuda.
Tu mano me solía decir muchas cosas. A veces me odiaba, otras tantas enfatizaba el no-acuerdo en el que nos sumíamos, y otra tantas me daba un cariño invisible a tus ojos, un cariño tal vez ignorado por tus dedos pero que lograba erizar cada micro-capilar de mi piel. Tus manos solían hacerme soñar con un arrullo eterno y despreocupado, o al menos con un minuto de sosiego para mi pelo, mi rostro, mi cuello. Tu mano supo recorrer cada rincón de mi cuerpo, y me visitaba luego en sueños. Tu mano ahora es sólo un recuerdo, un punto en el mío universo. Tu mano, ya está en otras manos.


Quiromancia

Hoy hace menos frío
que el año que viene, si viene. Vendrá
seguramente para que nadie
crea en las groserías de las profecías, o de los meros
sueños premonitorios. Esas tonterías
solferinas, esas fantasías sin importancia, tardes
en las que el corazón humano
se pone al rojo morado, se
diría. Se dirá, cuando haya
algo que decir: hoy
hace menos que el año que vendrá.

Paco Urondo

Helios.

jueves, 17 de abril de 2008

¡Setenta veces muerto!

¡Setenta veces muerto!
hecho poesía
te adentrás
como una dulce angustia
una inquietud
en mi soliloquio.

Desesperación,
un dolor afrodisíaco
y vos,
compañerito,
frente a frente
con esos heraldos
en actitud desafiante
y aun así cabisbajo,
con la tristeza
hecha mirada en
tu semblante.

Hoy muero con vos
y en trilce vuelo
somos dos alas
de la misma palabra.


Con un día de atraso (por falta de tiempo) le dedico, en este poema de mi autoría, un humilde homenaje al maestro de maestros, a mi camino y la vez compañero de viaje en la literatura.
Y en este tiempo que me toca vivir, en esta tempestad incomprensible por la que me siento atraído, he decidido tomarme una licencia (o mas bien libertad) literaria con respecto al siguiento poema de Vallejo que traje para la ocasión. Lo dedicaré post-mortem a mi amigo en la realidad (¡y que Unamuno me ampare en esta afirmación!) e in vitam a mi otra intrañable compañera, ahora lejos, pero tan cerca como Vallejo en este momento.


A mi hermana Lucía

Hermana, hoy estoy en el poyo de la casa,
donde nos hacés una falta sin fondo!
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: "Pero, hijos..."

Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas, y espero que tú no des conmigo.
Por la sala, el zaguán, los corredores,
después, te ocultas tú,y yo no doy contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermana, en aquel juego.

Luli, vos te escondiste
una noche de octubre, al alborear;
pero, en ves de ocultarte riendo, estabas triste.
Y tu gemelo corazón de esas tardes
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya
cae sombra en el alma.

Oye, hermana, no tardes
en salir. Bueno? Puede inquietarse mamá.


Helios.

lunes, 14 de abril de 2008

quelqu'un m'a dit

Estoy sentado como un inválido en el desierto de mi deseo de ti

Me he acostumbrado a beber la noche lentamente, por-
que sé que la habitas, no importa dónde, poblándola de
sueños.

El viento de la noche abate estrellas temblorosas en mis
manos, que aun no se conforman, viudas inconsolables
de tu pelo.

En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen para volver a ti,
con el helado filo del cuchillo.

Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva en
mí, que si me muero a ti te moriría.
J.G.


¿Qué es esto de la vida? ¿Una ruta por la que vamos y venimos a gusto, y a sabiendas que nos encontraremos a la vuelta con las mismas curvas, piedras y animales sueltos y desorientados por la crudeza del pavimento creador de reflejos y oasis divinos que falsifican la visión del "porvenir", con las que nos topamos en el camino de ida?
"No existe una escuela que enseñe a vivir" (C.G.), entonces... ¿Quién es este alguien que nos ha dicho de ir y volver? ¿O que nos ha propuesto la ida y nos ha negado la vuelta? ¿O que sólo nos muestra una eterna meseta patagónica como ruta de viaje y se nos ha despojado de (nuestra) ruta para poder enriquecerse a cuesta nuestra cobrándole peaje a los transeúntes que pasan por nuestra vida?
En esta ocasión, y como ya se nos ha hecho costumbre a los lecto-comentaristas de este espacio, los interrogantes hacen notar su presencia. Sus arcos rechonchos se nos muestran como enormes barreras que se interponen en nuestro camino. Con ellos no hay lugar para el paso ligero, para la vista fija en el horizonte... ¡Es por eso que son tan malignamente bondadosos! El horizonte no significa nada si lo alcanzamos, y creo que el paso ligero no es el más adecuado método para intentar alcanzarlo.
Iré cerrando este momento bajando una barrera más, pero advirtiéndoles (en el mejor sentido de la palabra) que hay mucho horizonte detrás.
Helios.

martes, 8 de abril de 2008

Extravío


De personalidades y algo más. "¿Quién soy?" Esta es la pregunta del millón para muchos, y ...¿quién se encarga de responder? Una auto-respuesta sería poco objetiva, y por lo tanto no nos aclararía nada, mas seguramente generaría aun más confusión (ahora habría que preguntarse también por nuestro "yo" que se interroga por él mismo). Una respuesta proveniente de un par sería igualmente subjetiva, y probablemente lo único que lograría sería replantearnos acerca de nuestras relaciones sociales más cercanas, algo así como un "¿qué hago en medio de "esta" gente?".
Las aperturas craneales, los mundos que conformamos y otros con los que nos relacionamos, etc., son los factores que se encargan de socavar desde sus cimientos nuestra personalidad. Pero mi interrogante apunta a lo siguiente: ¿es posible reconstruir la personalidad sin modificar nuestras bases? Es decir ¿Los pilares de nuestro distintivo como personas, son indestructibles? ¿O, acaso, son únicos e irrepetibles y todo lo que venga después será algo nuevo, un nuevo intento?
Vallejo tal vez pueda darnos una orientación al respecto. Caso contrario, vale la pena leerlo.

NÓMINA DE HUESOS

Se pedía a grandes voces:
-Que muestre las dos manos a la vez.
Y esto no fue posible.
-Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos.
Y esto no fue posible.
-Que piense un pensamiento idéntico, en el tiempo en que un cero permanece inútil.
Y esto no fue posible.
-Que haga una locura.
Y esto no fue posible.
-Que entre él y otro hombre semejante a él, se interponga una muchedumbre de hombres como él.
Y esto no fue posible.
-Que le comparen consigo mismo.
Y esto no fue posible.
-Que le llamen, en fin, por su nombre.
Y esto no fue posible.


Seá hasta la próxima, mientras esto sea posible.
Helios.