miércoles, 16 de diciembre de 2009

para cuándo

un trapito
aún
por escurrir,
sin poder conciliar
el sueño,
sin poder eludir
el vértigo
del mundo delante

te creo
batalla perdida,
aunque todavía no distingo
entre
división y compañía,
sigue siendo
inevitable
mi respuesta,
el mismo peso
el mismo volumen

sigo de cerca,
intento, eso seguro,
la sombra,
la traza
de una rutina tuya
que me es inasible,
pretendo soportar
ser fuerte,
mirar de reojo
la obsecuencia,
¡clamo porque mi piel
sea un pañuelito
de papel húmedo!
esperando
lo inminente

ya no quiero especular más entre blancos,
dame la espalda
y leeme de lejos
que se me conrta la voz
y no quiero decir más


Helios.

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