arranqué
los presintos
de mi boca,
los dos,
estaban ahí
para protegerme
a consciencia,
y me asusté
al ver la hemorragia,
no paraba,
los presintos ya no estaban,
no paraba
ahí recordé
una tarde caminando
juntos,
tu manera loca
de manejar,
la inundación refulgente
mi boca
no paraba
Helios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario