viernes, 29 de febrero de 2008

Ficciones


¿Ficción o realidad? Si pudieran elegir entre su condición de "realidad" (¿?) o su condición de "ficción", ¿con cuál se quedarían? La mayor parte del tiempo, nuestros pensamientos se pierden entre las pequeñas desventajas del ser (((humano))), esas pequeñas falencias de las que no fuimos bien informados a la hora de firmar el contrato que nos habilita para entrar en este mundo. Hablo de falencias haciendo referencia a, por ejemplo, pisar una baldosa floja en pleno día de lluvía y caer entonces en la cuenta de que nuestros pies no son impermeables. Pero... ¿acaso los personajes de ficción intentan buscar un punto del arroyo que pueda ser saltado con facilidad sin mojarse los pies, o me equivoco al afirmar que cruzan por la parte honda, mojándose hasta el tuétano sabiendo que después de dicho cruce les esperan unas diez horas más de caminata en donde se las tendrán que ver con vientos gélidos y arrazadores, rocíos de la madrugada que penetran hasta el más pequeño de los huesos humanos, y ni hablar de esas pequeñas piedrecillas que se inmiscuyen en los zapatos y, bajo el cuadro de entumecimiento en el que se encuentran los pies (que cruzaron y se empaparon en ese charco helado), nos ampollan, cortan e infectan, generando un cuadro severo de gangrena que sólo es viable si se recurre a la amputación del miembro?
Piénselo por un momento, vuelvan a revisar el extenso cuestionamiento que acabo de hacerles.

Muy bien, si ya elegieron la condición (de "realidad"(¿?) o de "ficción") antes propuesta, estamos listos para proseguir.
Unamuno nos plantea una igualdad entre un hombre real y un ente de ficción. Para él, lo real es el "querer ser"; la realidad prescinde así del hombre real y se vale del "querer ser" del personaje de ficción para demostrarse a sí misma.
En cuanto a mí ( y no se tomen este pronombre como una marca deíctica que indica contenido autobiográfico), sólo tengo lo siguiente para añadir a la reflexión de hoy:


Cómo han de ser tus ojos

Mujer... no tendré un beso de niño para ti,
ni de viejo, ni de sátiro...
cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed...
sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevar mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso
que refleje
un cielo tranquilo y claro.

Helios, despidiéndose de la mano de León Felipe.

martes, 26 de febrero de 2008

El gran cuaderno


El gran cuaderno es una multitud de ausencias. Es una especie de acervo que guía la cotidianeidad. El gran cuaderno es algo intangible, inabarcable. Es un gran conjunto de ausencias que se debaten la hegemonía de la ausencia. El gran cuaderno es silencio, aunque en realidad es un silencio apagado, un silencio que apenas se escucha. El gran cuaderno es (citando Nacha Pop) una "lucha de gigantes". Es un horizonte de volutas de humo que se contornean a su alrededor. El gran cuaderno es, a fin de cuentas, la mirada de un gran intento.


Como un cuaderno



Cuando un cuerpo
de mujer se descuaderna
armado para amar
es un desarme,
ofreciendo sus hojas
ávidas y blancas
yo puedo escribir, creo,
mis mejores versos.



Norberto Amar






Helios.

lunes, 25 de febrero de 2008

Zzz...


La producción onírica: un aspecto maravilloso de nuestra psiquis; un espacio privado en el que se concentran deseos, afectos, sujetos, objetos, y la lista sigue.
Queridos seguidores, ya os he aconsejado en ocasiones anteriores, que abandonen los títulos, déjenlos de lado y cuntinuen. En esta ocasión, les traigo una reflexión acerca de uno de los tópicos más relevantes de la condición humana: el lenguaje. Aunque debo reconocer, que me limitaré (haciendo algunos recortes) a uno de los aspectos de esta masa multiforme y heteróclita que llamamos lenguaje, para poder aplicar el habla (primer recorte), o más específicmante, la función comunicativa (segundo recorte), a uno de los "abrazos" de Galeano.
En "La interpretación de los sueños" Freud nos habla de una equivalencia entre los afectos que experimentamos en los sueños con los afectos experimentados durante la vigilia (grosero tercer recorte, esta vez en el área psicoanalítica). Esta consideración puede ser tomada o desechada para los fines de la reflexión. Lo dejo a su criterio.
Prosigo. Los sueños, considerados en su función lingüística (comunicativa), nos refieren al listado con el que doy inicio a este posteo. ¿Qué pasará entonces si la función comunicativa de los sueños, o mejor aun, la producción onírica en su totalidad, queda bloqueada por un factor externo (o intrínseco) al sueño mismo?



*
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.




Será hasta la próxima mis queridos lectores.
Helios.




*(omitido el título)

All you need is Fromm


¡Hola queridos seguidores de "el punto es que..."! En esta oportunidad, retomaré un tema que me quedó picando desde el pasado 14 de febrero; estimo que intuirán a qué tema hago referencia. Para esto, he decidido aferrarme a un estudioso del tema. Si prestaron atención al título del posteo, sabrán de quien estoy hablando. (Si siguieron el consejo que les dí en uno de los posteos anteriores, no veo por qué se valen del título del posteo).
¿En qué estábamos? Ah sí, en Fromm. En su libro "El arte de amar", el recién nombrado autor desarrolla una teoría del amor, concibiendo esta facultad no sólo como una relación personal específica, sino como una actitud peculiar del carácter maduro que se presenta bajo diversas formas: amor fraternal, materno, erótico, amor a sí mismo, amor a Dios*. Para la reflexión de hoy, me centraré en el caracter erótico del amor, haciendo un recorte de su teoría para luego poder relacionarla con una poesía del maestre Gelman. Comencemos:
En el capítulo tercero (parágrafo c) Fromm nos habla de carácter erótico del amor como el anhelo de fusión completa, de unión con una única otra persona (1- Fromm, Erich. Paidós, 2º reimpresión en España, 1980. p. 58). Siguiendo el texto, Fromm nos comenta que tras lo que él llama una experiencia de repentina intimidad , uno llega a conocer a la persona "amada" (recuerden que estamos siguiendo la concepción de amor erótico) tan bien como a uno mismo (2- íbid 1). El análisis sigue un poco más, pero yo quiero detenerme aquí.
Conocer la intimidad de otra persona (este "amor erótico" del que nos habla Fromm), implica un vicerversa, y además, el amigo Erich añade el volúmen de conocimiento que se maneja en este tipo de amor. Pero (y con esto quiero llegar a la poesía de Gelman) ... ¿qué sucede, entonces, cuando se presenta la


Ausencia de amor [erótico -el agregado es mío, F.A.]

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.


Hasta la próxima entrega.
Helios.

viernes, 22 de febrero de 2008

Siempre Buenos Aires



Llueve en la Capital. A veces siento que siempre llueve en Capital, pero las gotas no siempre nos llegan. A veces nadamos en mares de humedad, de gente, de extrañamiento. Muchas veces, liberamos nuestra suerte y vamos a la deriba entre la multitud. Otras tantas, no reconocemos a quien tenemos al lado, nos sea o no familiar.

Pero... ¿qué pasa cuando la calle, el subte, el tren (...) se transforman en puntos cruciales, algo así como el Aleph ? Se las dejo picando. Les recomiendo que acompañen la picada con una cervecita y con el siguiente poema de Baudelaire.

A una transeúnte

La calle atronadora aullaba en torno mío.
alta, esbelta, enlutada, con un dolor de reina
una dama pasó, que con gesto fastuoso
recogía, oscilantes, las vueltas de sus velos,

agilísima y noble, con dos piernas marmóreas.
De súbito bebí, con crispación de loco.
Y en su mirada lívida, centro de mil tornados,
el placer que aniquila, la miel paralizante.

Un relámpago. Noche. Fugitiva belleza
cuya mirada me hizo, de un golpe, renacer,
¿salvo en la eternidad, no he de verte jamás?

¡En todo caso lejos, ya tarde, tal vez nunca!
Que no sé a dónde huiste, ni sospechas mi ruta,
¡tú a quien hubiese amado. Oh tú, que lo supiste!

Será hasta la próxima, queridos seguidores.
Helios.

Esperando el piano...

Querida cyberaudiencia, os saludo. Hoy iré al grano, sin presentaciones.

Os pido que en esta ocasión, no se distraigan con el título. No me figuren en la parada del 132 esperando un piano (y mucho menos a Godot), ni tampoco analicen una supuesta ontología de mi alter-ego interpretando a Rachmaninov.
El punto es que... (¡dejen de prestarle atención a los títulos!) Hoy tengo muchos interrogantes para plantearles, es la costumbre ¿vio?
En La Búsqueda que realicé para la reflexión de hoy me topé con muchos y variados interrogantes, caí en una especie de jardín en donde los senderos se bifurcan, un jardín semiológico, como de un lenguaje al infinito. ¿Seguimos pensando en los títulos? ¡Démonos otra oportunidad, ya que estoy intentando hacer que se olviden de ellos, que se separen de ellos, ¡olvídense de sus nombres si es necesario! Es una especie de odisea, pero más simple. No van a perder sus identidades ni a sufrir una metamorfosis. Simplemente busco que se sumerjan en la nada momentaneamente, ya que de otra manera les será imposible insertarse en el mensaje que les tengo preparado (en realidad Vallejo nos los preparó). ¡Arrasemos con el crepúsculo y recorramos nostros también este camino!


Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo.
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado a mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después, del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a naide de Picasso?

Alguien va a un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yo sin dar un grito?


Helios se despide por hoy
¿Cabrá aludir alguna vez al título, a la espera?

Helios.

miércoles, 20 de febrero de 2008

El rey poeta


El poeta

Hora, de mí te alejas.
El batir de tus alas me hace heridas.
Solo ¿qué puedo hacer yo con mi boca?
¿Y con mi noche? ¿Y con mi día?


No tengo amada, ni tengo casa,
ni ningún sitio en que vivir.
Todas las cosas, a las que me entrego,
se enriquecen y me disipan.




Palabras de Rilke en referencia a una pregunta que me surgió tras una laaaaaaaarga tarde de estudios derrideanos, o debería decir críticas y delirios (hermenéuticos, por cierto) derrideanos a uno de los más grandes pensadores del siglo pasado, estandarte del pensamiento freudeano, Jacques Lacan. (Aclaración: francamente no tengo un manejo eximio ni de la teoría lacaniana -espero prontamente tener un acercamiento a ella- ni tampoco de las críticas sin discriminación que hace Derrida)
Volviendo a nuestro tema de hoy. Planeaba exteriorizar la ira que me produjo el tener que lidiar con Derrida durante la tarde, pero finalmente llegué a la conclusión de que terminaría convirtiéndome en un Osborne cualquiera (o peor, en un Jimmy cualquiera). Aun así, no puedo quedarme con esta carga de energía negativa en mi interior, sería contraproducente para mi persona. Por ende, he decidido canalizar mi enojo por vía de la escritura, más específicamente, por vía de la poesía. Pero esto me llevó a una encrucijada. ¿Debo cargar a elevado arte con nimiedades? ¿Estoy subestimando, acaso, el propósito del arte, de la poesía? ¿Para qué estamos los poetas en este mundo? ¿Qué nos transmite la poesía?
Si tomara a Tinianov, por ejemplo, e intentara llegar a la resolución de mis interrogantes mediante su teoría, debería analizar las palabras que se encuentran en posición evidenciada dentro de este texto; buscar y desmenuzar todas las metáforas, metonimias, sinécdoques, etc, etc; prestar especial atención al ritmo del texto; sentir la energía que trasmite el blanco... pero ( y solicito su opinión al respecto)








































































































































































































¿Esto, acaso, les trasmite algo? ¿Llegan, acaso, a alguna conclusión acerca del énfasis (gráfico) puesto en la palabra larga (laaaaaaaarga) al principio del posteo? ¿Les transmite algo, acaso, visualizar la cantidad de veces que se repite la palabra acaso dentro del texto?


Espero sus comentarios. Por mi parte, empecé el posteo con un poema de Rilke, quien se adelantó a mi cuestionamiento. Y ahora, habiendo sublimado la ira contenida, me dispongo a partir, exhortándolos a leer (poesía- ¿es esto, acaso, un mensaje subliminal?), a escribir (poesía), a criticar (a Derrida), a reflexionar (acerca de ).
Helios.

A fuego lento

¡Buenas noches querida cyberaudiencia! En esta ocasión nos valdremos únicamente de esta lacónica presentación para pasar directamente a la selección de poemas que les preparé. Disfruten del placer, disfruten del milagro del amor y del poder compartirlo.
Dedicado a ustedes, amigos, ya saben el resto.


Flotaba en el aire un olor a sexo. El de él recordaba a nuez. El mío a rosa roja, negra. Se entreveraban rosa y nuez.
Yo me destapé, y él me volvió a cubrir. Todo acontecía bajo sábana. Mis vías eran estrechas, a pesar de su excesivo uso, y daban trabajo a la vaina nuez. Los pezones se me encocoraban, hablaban un idioma de otro país. ¡Ah! Y ¡Ay! Luego había una explosión de fuego. De adentro de mí brotaban llamas, una viborilla roja prendía toda la sábana, y nos dejó desnudos.
Al desprendernos quedábamos mudos, muy pensativos, rosa y nuez.
(...)
Marosa di Giorgio


La ceremonia

Te desnudé entre llantos y temblores
sobre una cama abierta a lo infinito,
y si no tuve lástima del grito
ni de las súplicas o los rubores,

fui en cambio el alfarero en los albores,
el fuego y el azar del lento rito,
sentí nacer bajo la arcilla el mito
del retorno a la fuente y a las flores.

En mis brazos tejiste la madeja
rumorosa del tiempo encadenado,
su eternidad de fuego recurrente;

no sé qué viste tú desde tu queja,
yo ví águilas y musgos, fui ese lado
del espejo en que canta la serpiente.

Julio Cortázar


cálida lección de anatomía
eran las postales de esa tortuosa colisión
tenían tantas patas tanto vello tan
alta la boca que no sabían lo que chupaban cuando
mamaban a grandes tragos del otro
cuando le salía
eran grandes las extensiones de sus cuerpos
que llevaba algunos años el recorrido de esas pampas
tremendos sexos asomaban sin saber si eran distintos
parecidos iguales tal vez por momentos cuando querían
se dibujaban en espejo sobre el otro que tenía los orificios
móviles del sexo
atribuyeron todo el clima especial de aquella noche
se despegaron y saldaron el encuentro
no hubo preguntas ni respuestas tampoco después de todo

Adriana Fernández


recordando
y ahora anhelando:

poder esribirte
el cuerpo entero,
llenarte de
esas palabras
que logren traspasarte

sentir
la tibieza
que tu madurez
me reaviva,
y quemarme entero
con un beso
renacer, entonces,
adentro tuyo,
fluyendo como el cariño
que me tenés
y que me sientas
en cada espacio
en cada hueco
que te atormente

y en un momento
mágico
haceme sentirte,
llevame en tu ritmo
y desgarrame

desgarrame entero

después,
sólo basta
con una última
bocanada de aire
para poder yacer
al lado tuyo
con mimos
en el cuello,
en el pecho,
en el ombligo.

dormir
soñar
y embellecer el lecho
con la sonrisa
de tus ojos
y el jubiloso entumecimiento
del momento
y de nuestros cuerpos
clavados para siempre
en nuestro pecho.

Manuel Saeldro


Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.

Oliverio Girondo


¡Hasta el próximo encuentro!
Helios.

lunes, 18 de febrero de 2008

Voluntad... ¿estás ahí?

¡Buenas tardes querida cyberaudiencia amante de la poesía y sus delirios! La reflexión de hoy viene a colación de algo muy preciado que he perdido, y que me gustaría recuperar.
Preparando mi final de teoría y análisis literario me topé con unos muchachos rusos que escribieron algunas cosillas hará unos noventa años, aprox. Peculiares estos estudiosos de la literatura. La poesía fue su fuerte, y a partir de ella elaboraron algunas teorías interesantes. Pero bueno, no voy a darles cátedra (no por lo menos hoy) acerca del formalismo ruso, aunque sí quiero detenerme en uno de sus conceptos fundamentales: ¡¡¡OSTRANENIE!!!
Para darles una definición coloquial de este término, pondré como ejemplo a... ustedes, los lectores. Seguramente, los seguidores de este blog, cuando ingresan en él, ya sabrán de antemano (por lo menos en una idea general) de la temática que se tratará, es decir, que ya se ha naturalizado el contenido (ACLARACIÓN: estudiantes de letras, abtenerse de comentarios acerca de la oposición forma/fondo) de este espacio. Pero justamente hoy, al meter un término que les es (o puede llegar a ser) extraño, he conseguido la desautomatización, también conocida como ostranenie.
Espero que con esto haya atrapado su atención, ya que el posteo de hoy tiene una vinculación estrecha con los formalistas y con la ostranenie, en relación con la pérdida que he sufrido, la de mi voluntad.
He llegado a un estado grave de abulia, que hace una pequeña excepción a la hora de escribir los posteos, en los que me esfuerzo recopilando material psíquico y literario para mantener a la audiencia entretenida. -perdón si se sienten cosificados, pero a pocos días del final antes mencionado debo aplicar conceptos para retenerlos ya que mi voluntad para grabarlos mediante la pedagógica repetición ha desaparecido sin dejar rastro-
Mi voluntad se encuentra ausente, pero mi intelecto aun funciona, tal vez a media máquina, pero funciona al fin, y ha llegado a la consideración de crear un método (como el método formal de Tinianov & compañía) para poder entender y estudiar acerca de la pérdida de mi facultad de decidir y ordenar mi propia conducta (según nos dice la RAE). Siguiendo con las definiciones de la Real Academia, nos dicen acerca del "método" que es el modo de obrar o proceder, hábito o costumbre que cada uno tiene y observa . ¿Y por qué remarco las palabras "hábito" y "costumbre"? Porque he llegado a la conclusión, gracias a mi "método voluntarioso", de que lo que mi persona necesita para volver al libre albedrío que antes (estimo) poseía es desnaturalizar el estudio (y otros aspectos de mi vida que no vienen al caso), es decir, alcanzar la ostranenie ,¡retardar así mi percepción del estudio para así aprobar mi final y ser felíz!
Tras haberles enseñado mi método (y haber hecho un poco de catarsis académica), los dejo con una poesía del amigo Cortázar.


Discurso del no método, método del no discurso, y así
vamos.
Lo mejor: no empezar, arrimarse por donde se pueda.
Ninguna cronología, baraja tan mezclada que no vale la
pena. Cuando haya fechas al pie, las pondré. O no.
Lugares, nombres. O no. De todas maneras vos también
decidirás lo que te dé la gana. La vida: hacer dedo,
auto-stop, hitchhiking: se da o no se da, igual los libros
que las carreteras.
Ahí viene uno. ¿Nos lleva, nos deja plantados?

Espero que hayan disfrutado mis delirios y los de Cortázar.
Será hasta la próxima.
Helios.

domingo, 17 de febrero de 2008

Ejecutoria del miasma

¡Buenas y santas, querida cyberaudiencia!
En el día de hoy, pretendo continuar un poco con el tópico del posteo de ayer, pero esta vez con un tono poético. He seleccionado para la ocasión, un poema de uno de mis poetas predilectos, que no es ni más ni menos que Oliverio Girondo. Quien haya leído algo de su obra, sabrá que se trata de un escritor extravagante, con un manejo extravagante del lenguaje y un estilo único en lo que refiere a la poesía argentina. De cualquier modo, el poema de hoy no refleja mucho la "locura socarrona" que tanto caracteriza a Girondo. Pertenece al su libro Persuasión de los días . Este conjunto de poemas, nos muestra un cambio de tono en la obra del autor; ya no se imponen la imaginación y la producción onírica, sino un sentimiento de tristeza, de angustia me atrevería a decir. Se expresa un rechazo hacia un mundo engangrenado, y aparece una clara muestra de contenido ético y moral.
Dejo a su criterio el análisis poético y los dejo con


Ejecutoria del miasma

Este clima de asfixia que impregna los pulmones
de una anhelante angustia de pez recién pescado.
Este hedor adhesivo y errabundo,
que intoxica la vida
y nos hunde en viscosas pesadillas de lodo.
Este miasma corrupto,
que insufla en nuestros poros
apetencias de pulpo,
deseos de vinchuca,
no surge,
ni ha surgido
de estos conglomerados de sucia hemoglobina,
cal viva,
soda cáustica,
hidrógeno,
pis úrico,
que infectan los colchones,
los techos,
las veredas,
con sus almas cariadas,
con sus gestos leprosos.
Este olor homicida,
rastrero,
ineludible,
brota de otras raíces,
arranca de otras fuentes.

A través de años muertos,
de atardeceres rancios,
de sepulcros gaseosos,
de causes subterráneos,
se ha ido aglutinando con los jugos pestíferos,
los detritus hediondos,
las corrosivas vísceras,
las esquirlas podridas que dejaron el crimen,
la idiotez purulenta,
la iniquidad sin sexo,
el gangrenoso engaño;
hasta surgir al aire,
expandirse en el viento
y tornarse corpóreo;
para abrir las ventanas,
penetrar en los cuartos,
tomarnos del cogote,
empujarnos al asco,
mientras grita su inquina,
su aversión,
su desprecio,
por todo lo que allana la acritud de las horas,
por todo lo que alivia la angustia de los días.


Queridos lecto-comentariastas, recuerden que este espacio está abierto de par en par a sus opiniones.
Esperando que hayan disfrutado el posteo de hoy, os deja,
Helios.

La banca nunca pierde...

El sistema con una mano roba lo que con la otra presta.
Sus víctimas:
cuanto más pagan más deben,
cuanto más reciben, menos tienen,
cuanto más venden, menos cobran.
E. Galeano


Curioso, emocionante (hasta excitante me atrevería a decir), adictivo, son algunas de las cualidades que caracterizan el juego de mesa que encarna las disputas que se viven en nuestro país desde que lo conocemos como tal (incluso desde antes).
Últimamente, el Estanciero es una parada "obligada" en mi casa. Podríamos decir que se ha vuelto parte de la cotidianeidad del cronograma diario de la familia. Dentro de este ritual, ha caído sobre mí la responsabilidad de manejar el dinero del juego a modo de banquero. Con el pasar de las partidas hemos (con la flia.) hecho algunas modificaciones al reglamento para agregarle más desafio a la rutina lúdica, y entre las añadiduras nos encontramos con la posibilidad de pedirle préstamos al banco. De más está aclarar que dicha entidad absorbe parte del capital del jugador cobrándole intereses.
Su servidor, en el papel de banquero, tiene un dicho (que no es el descubrimiento de la pólvora) que dice, valga la redundancia, la banca nunca pierde.
De modo que entre risas y chacota, los otros jugadores me recomendaron hacer un posteo haciendo alusión a la frase arriba enunciada. Y en esto me encuentro.
La cita de Galeano me vino a la mente en cuanto me decidí por esta temática para el posteo del día. Lamentablemente, dicha cita no hace referencia al Estanciero .
Un minuto antes de empezar a escribir esta reflexión, me llegó la noticia de que surgió un brote de fiebre amarilla en un país al que personalmente guardo mucho cariño; se trata de Paraguay. Este caso, es sólo uno de los incontables sucesos que vienen agobiando a nuestro devastado continente, y así también, reflejo de los factores causantes de todas las pestes que nos aquejan: falta de educación; deficiencia en los sistemas sanitarios; falta (y devaluación) de trabajo; gobiernos y economías inestables (o ausentes); y las lista sigue.

Lectores y comentaristas de El punto es que... , los exhorto a preguntarse y a reflexionar acerca del origen, la raíz de los problemas e injusticias que padece nuestro hundido continente ( y no sólo el nuestro). Seamos conscientes de la viga que tiene nuestro ojo, pero (y aunque no me deje muy tranquilo contrariar la Biblia) ¿no deberíamos empezar a cuestionar también la paja en el ojo ajeno? Es mi deseo instarlos a pensar dos veces antes de culpar al chorro, al pedigüeño, al extranjero que viene a robar nuestros puestos de trabajo, al negro de mierda, y a tantos otros, de los males que aquejan a nuestro país.

Os deja hasta el próximo encuentro,
Helios.

viernes, 15 de febrero de 2008

Yo x Baudelaire




¡Amigos! Me alegro que hayan disfrutado del encuentro de ayer, y me alegro más todavía por sus comentarios.
Hoy planeo sorprenderlos con algo de material por el que ustedes podrían calificarme de egocéntrico (tal vez no necesiten de este material para efectuar dicha calificación), pero les aseguro que es mucho más didáctico y útil de lo que ustedes piensan. Los exhorto a pegarle una leidita y después me cuentan. Recomiendo a aquellos que os interese el tema y/o el autor, y también a aquellos que estén preparando Teoría y análisis literario (cátedra Panesi) para dar en marzo, que lean el artículo de Benjamin Sobre algunos temas en Baudelaire , de esta manera, podrán profundizar un poco más en el concepto de shock y en la obra misma de Baudelaire.
Sin más, os dejo con la poesía de hoy, esperando sea de su agrado.



El Sol

Por la vieja barriada, donde de las casuchas
las persianas ocultan las lujurias secretas
cuando el astro cruel furiosamente hiere
la ciudad y los campos, los techos y sembrados,
quisiera ejercitarme en mi esgrima fantástica
husmeando en los rincones azares de la rima,
tropezando en las sílabas, como en el empedrado,
acaso hallando versos que hace tiempo soñé.


Ese padre nutricio, que huye de las clorosis,
en los campos despierta los versos y las rosas;
logra que se evaporen hacia el éter las penas
saturando de miel cerebros y colmenas.
Es él quien borra años al que lleva muletas
y le torna festivo como las bellas mozas,
y a las mieses ordena madurar y crecer
en la inmortal entraña que desea florecer.


Cuando, como un poeta, desciende a las ciudades,
ennoblece la suerte de las cosas más viles,
y penetra cual rey, sin séquito ni pompa,
tanto en las casas regias como en los hospitales.




Quién sabe, tal vez algún día (espero) en cincuenta años, los espere en un (mi) amanecer, sentado en una mesa a la calle de Tuñín. Entonces tomaremos un café y recordaremos viejos tiempos, y después volveremos a nustros respectivos caminos.
¡Saludos, queridos lectores!
Helios.

jueves, 14 de febrero de 2008

Sólo el amor...

¡Hola queridísimos concurrentes a mi blog neonato! Hoy muchos de ustedes deben estar celebrando el día de los enamorados, o san Valentín, o como quieran llamarlo. He aquí que su servidor estuvo bastante indeciso acerca del posteo del día de hoy; anduve un poco dubitativo acerca de si dejarlos con algo de Neruda, o con algunas frases al estilo anybody find me somebody to love . Sep, como podrán apreciar, me encuentro sólo y con un sentimiento cuasi-reflejo al de Freddy Mercury cuando escribió la canción arriba citada.
El amor, una cosa esplendorosa, ¿no? Ismael Serrano dice en una de sus canciones que el amor es eterno mientras dura (entiendo que es una frase de alguien más, pero no logro recordar de quién), y comparto completamente el sentido de esa frase. Creo que este día, sin duda, es mucho más aprovechable si uno está con su novia/o, mujer/marido, amante/e, etc/c; pero, dejando al margen la cuestión consumista de chucherías de todo por 0,99 al estilo yankee, ¿no se trata, a fin de cuentas, del día de los enamorados? y además ¿de qué se enamora uno, sólo de otra persona? Ismael Serrano (¡qué sabio, cómo lo amo!) también tiene una canción que dice amo tanto, tanto la vida/que de tí me enamoré . Helo aquí, que lo que busco con este posteo es que analicemos a fondo el sentido del amor. Ismael dice llegar a amar a x porque primero ama la vida.
Otro ejemplo, con mucha más autoridad definitivamente, es el que nos da la Biblia. En la primera carta a los corintios (capítulo 13, versículo 7- les recomiendo todo el capítulo, pero aquí lo obvío debido a la audiencia poco tolerante-) Pablo le dice a esta gente (los habitantes de la legendaria Corinto) : tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. La reflexión se las dejo a ustedes, yo ya tengo la mía.
Bueno, abandono por hoy. A aquellos enamorados les dedico la siguiente canción de Silvio Rodríguez, a los solos o no enamorados se las dedico el doble y espero puedan escucharla.
Helios.

SÓLO EL AMOR

Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.

Debes amar el tiempo de los intentos
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto.

P.d.: asombrosas virtudes las del amor, ¿no?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Los Heraldos Negros


Heme aquí, haciendo mi primer posteo en este mi espacio personal que espero logre algo de trascendencia.
Este primer encuentro va dedicado a mi queridísimo grupo... ¡de la facu no, de amigos! Y ya que aun no he tenido la oportunidad de comentar y/o escribir en el link amigo (larepeticionespedagogica.blogspot.com), abriré la posibilidad de reflexión con un poema del poeta más grande que tuvo el gusto (o la desgracia) de pisar este mundo postmoderno. Así es, no estoy hablando ni más ni menos que de César Vallejo. Pues, sin más preámbulos, ahí les va

Los heraldos negros

Hay golpes es la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Espero que haya sido de su satisfacción. Recuerden que el espacio está abierto a sugerencias, pedidos, comentarios, debates, etc.
Sin más, os abandona,
Helios.